miércoles, 19 de octubre de 2011

Amamantar tambien es un acto ecologico


Desde los tiempos prehistóricos, las mujeres han amamantado a sus hijos. La Leche Humana es el mejor alimento del mundo para los bebés y el más completo. Tiene todas las grasas, minerales, vitaminas, proteínas y todo lo que el bebé humano necesita en las cantidades adecuadas, y transmite protección contra gérmenes, parásitos y microorganismos.

La Lactancia Materna es un recurso renovable: cuanto más da, más tiene.


Las madres del mundo producen 20.000.000 de toneladas métricas de leche por año. Reemplazar este recurso natural por leche artificial incrementaría las cabezas de ganado, la erosión y la deforestación del suelo. Cada vaca consume 410 Kg. de vegetación por mes.


En India se necesitarían 135 millones de vacas para sustituir la lactancia.


No desperdicia recursos naturales: La sobreproducción de leche vacuna trae como consecuencia un mal aprovechamiento de la tierra: 2 acres de tierra mantienen a 2 personas si se cría ganado, a 24 personas si se cultiva trigo y a 61 personas si se cultiva soja.


No requiere tratamiento térmico (para hervir 250 ml. de agua se necesitan 200 gr. de madera, cada niño usa un mínimo de 73 Kg. de madera/año), no gasta energía. Por lo mismo no es necesario destruir ecosistemas creando más centrales hidroeléctricas o peligrosas usinas nucleares.


Producir un kilo de fórmula cuesta 12,5 m2 de bosque tropical.


Si todo niño fuese alimentado con mamadera se necesitarían 86.000 Ton. de estaño para producir 550 millones de latas etiquetadas con 1.230 Ton. de papel.


El 24% de la superficie terrestre se destina a la ganadería, el doble de los destinado a cosechas y sustenta cerca de 3.000 millones de rumiantes de los cuales la mitad son vacunos (1989).


No contamina el medio ambiente ya que no utiliza energía en su producción ni en su transporte.


Por lo mismo no ayuda al calentamiento global del planeta.


No requiere envases que luego hay que eliminar y que no son biodegradables.


No necesita utensilios para ser usada.


No gasta agua, elemento escasísimo, indispensable para la vida.

Con la llegada de la civilización, alrededor de 1879, fue inventada la leche en polvo. Desde entonces, la leche podía almacenarse sin estropearse y comenzó a aparecer en el mercado. La producción se incrementó y los depósitos se llenaban, así que pronto estaban buscando nuevos compradores. Entonces tuvieron una idea, buena para ellos pero terrible para nosotros: transformar bebés humanos en consumidores de leche de vaca.
Pero ¿cómo iban a convencer a las mujeres de que la leche de vaca era mejor que su leche?. Con publicidad, mucha publicidad, ellos trataron de debilitar la confianza de las mujeres en sus habilidades para alimentar a sus propios bebés. En sólo unas décadas casi destruyeron un hábito de miles de años, que era parte de la naturaleza humana...
Sin embargo, la leche artificial para bebés no protege contra enfermedades. Las madres pobres no tienen suficiente dinero para comprar el alimento de sus bebés, así que lo diluyen. El agua utilizada para preparar la leche artificial puede estar contaminada. La Organización Mundial de la Salud estima que un millón y medio de bebés mueren cada año por no ser alimentados con leche humana .
La super poblacion de vacas para produccion de leche genera los siguientes problemas:  cada vaca consume 3 toneladas y media de vegetales en un año. Para obtener la tierra para el ganado, millones de árboles son cortados a diario. Bosques enteros son quemados y muchas especies de animales y plantas son destruidos.
El proceso de producir leches en polvo y otras comidas para bebés, requiere hervir a altas temperaturas, lo cual consume mucha electricidad. Toda esta energía es producida por costosas plantas hidroeléctricas que también alteran el ecosistema o centrales nucleares que son dañinas al medio ambiente. ¡Y algunas veces son muy peligrosas!...
Se desperdicia un inmenso volumen de papel, cartón, metal, plásticos, etc... en empacar comidas para bebés y en la manufactura de biberones y tetinas. Estos son raramente reciclados y continúan contaminando el planeta. En los Estados Unidos, por ejemplo, los 550 millones de latas que son vendidos cada año podrían dar una vuelta y media a la tierra si fueran colocadas de una punta a la otra. En las casas, en todo el mundo, una enorme cantidad de agua, gas, electricidad y madera es desperdiciada preparando leche y esterilizando biberones. Los vehículos usados para llevar las comidas para bebés en todo el mundo desperdician millones de litros de combustible y contribuyen a la contaminación del aire y al efecto invernadero.

La leche de madre no desperdicia energía para ser producida. No causa contaminación. No utiliza envases para su consumo, ni necesita ser transportada, y está siempre lista para su uso, sin la necesidad de ser calentada. Por todas estas razones y muchas más...
DAR EL PECHO ES LO NATURAL, Y ES UN ACTO ECOLÓGICO.